Perfil

Conversación Intima con la cantante Nina Díaz

Una Mujer Que Vuelve a Nacer. Conversación Íntima con la cantante Nina Díaz.

Venerada por miles de fanáticos que han seguido su música y adorada por su tempestuosa voz y guitarra, Nina nos cuenta sus éxitos y luchas durante el viaje musical que ha recorrido y cómo vuelve a nacer en su primer álbum como solista. Nina Díaz, la cantante del grupo Girl in a Coma, produce su primer álbum como solista este año.   Esto marca un paso muy importante en su carrera después de muchos años de trabajo y evolución como artista, no sin haber atravesado por los altibajos que implica buscar el éxito como artista musical y los años difíciles que conlleva convertirse en una joven adulta. Todo un reto en sí. Nina tiene una historia que contar a través de su nuevo material como solista, que de una manera es una especie de catarsis emocional para la joven artista.   Aunque su cara y su cuerpo alberguen una juventud aparente, los ojos penetrantes de Nina y su voz expresan una intensidad que no todos las personas de 27 años encarnan.  Nina Díaz ha tenido más experiencias entre la edad de 12 a 27 años, que la mayoría de la gente ha experimentado en toda su vida.

Su primera guitarra

Phanie Díaz, la hermana de Nina, le regaló su primera guitarra. Encontró una guitarra acústica en un contenedor de basura y decidió dársela a Nina, quién en ese entonces tenía 12 años, y había estado tocando mucho con la guitarra de Phanie hasta que la quebró. La guitarra que Phanie encontró para Nina solo tenía tres cuerdas, pero con esas tres cuerdas Nina aprendió a tocar ella sola la canción de Mary Had a Little Lamb. Su mamá le dijo a Nina que si quería aprender música seriamente, tenía que cantarle a ella.   Entonces Nina, dando la cara a la pared porque era muy tímida, empezó a cantarle la canción Silver Chair a su mamá.   Esto le gustó mucho a su mamá y una semana más tarde le compró una guitarra clásica acústica. Aunque no fue la guitarra ideal para aprender a tocar música Rock N Roll con las pequeñas manos de Nina, se pasó horas interminables aprendiendo a tocar ella sola de oído.   Esa Navidad recibió una guitarra eléctrica y poco más tarde ella y su hermana Phanie, junto con su amiga Jenn Alva empiezan el grupo Girl in A Coma.

Su talento natural para cantar

Tocaron tanto como pudieron en San Antonio y el público fue aumentando rápidamente de 10 de sus amigos íntimos hasta una multitud de gente.   Esto sucedió tan rápido porque estas tres jóvenes tenían mucho que ofrecer musicalmente, y también no se podía ignorar el talento que Nina demostraba al cantar.   Nina también es una cantante autodidacta. Ella atribuye parte de este talento vocal a que cuando era niña le gustaba cantar acompañada de la música de Bjork, Jeff Buckley y Morrisey.   Pero la verdad es que muchos niños cantan junto a esos grupos, pero solo unos cuantos tienen el talento natural para desarrollar una voz como la voz de Nina, sin formación alguna.

Su primera gira musical

Nina realizó su primera gira musical por la costa oeste con el grupo Girl in A Coma cuando apenas tenía 16 años.   Nina, Phanie y Jenn pasaron el verano entero durmiendo en una camioneta, a veces en el piso, y seguido se encontraban en situaciones extrañas.   Pero su hermana y Jenn, que eran mayores, cuidaron a Nina lo mejor que pudieron. “Las chicas y yo hemos atravesado por situaciones muy intensas, definitivamente aprendes unas cuantas cosas por el camino”. Después de una lista larga de espectáculos, grabaciones en Londres con Boz Borrer y dos giras en su haber, firmaron un contrato con la compañía discográfica de Joan Jett,   BlackHeart Records.   Una vez contratadas,   Girl in a Coma grabó cuatro discos, y realizaron   una gira tocando con Morrisey, uno de sus ídolos y también tocaron con Tegan y Sara. Todo esto en un espacio de 7 años.

Nina Diaz

Su primer contacto con las drogas y el alcohol

Pero así como fue de emocionante tener éxito, esto también tuvo su lado obscuro. Siendo muy joven Nina se impresionaba fácilmente y seguía el ejemplo de sus ídolos. Cuando se presentaba la oportunidad de probar algo nuevo después de alguna fiesta, y aprovechando su lado curioso siempre presente, adoptaba la idea de que todas las estrellas de rock que ella admiraba consumían drogas y se emborrachaban, entonces ella también lo hacía. La primera vez que probó la cocaína fue cuando tenía 16 años.   Le gustaba la confianza que ésta le hacía sentir porque desde chica se había enfrentado con problemas de autoestima.   En los primero años de su adolescencia, a veces se sentía como “la persona rara del grupo”. Estos sentimientos surgieron porque fue la primera de sus compañeras en atravesar por la pubertad y siempre sentía que sus amigas eran más delgadas que ella.   Las compañeras más grandes la aceptaban pero también le compraban bebidas alcohólicas y le facilitaban las drogas. Admiraba a personalidades como Gia Carangi, quien murió de sida después de una fuerte dosis de heroína, terminando así con su vida y su trabajo como modelo famosa en muy corto tiempo. Como muchas otras adolescentes, ella idealizaba estas historias, pero ignoraba los finales trágicos. “Todas estas personas famosas consumían drogas, pero mira el final de sus historias, mira como terminaban casi siempre. Era como si mi mente hubiera estado en blanco, no quise ver eso, solo quería ponerle atención a las partes cool de las cosas.”

Su primer paso importante hacia la recuperación

Las drogas y el alcohol se aferraron a Nina durante esos años. Ella misma se consideraba como una persona que vivía como drogadicta y que todavía podía trabajar mucho con su música. Pero eventualmente su adicción se convirtió en una carga emocional para ella y cada vez era más difícil esconderla de sus compañeras del grupo y su familia. Una noche trató de quitarse la vida consumiendo una botella de pastillas Vicodin para el dolor. Nina terminó vomitándolas todas y al día siguiente decidió que esa era una señal de que todavía no le tocaba morirse y que iba a tratar de vivir. Nina Díaz sintió eso como un fuerte llamado de atención y aunque no fue la última vez que consumió drogas fue el primer paso importante hacia su recuperación.

Nina Diaz

Su propia música

Nina continuó luchando contra la adicción hasta que decidió que era hora de hacer algo al respecto. No quería perder todo lo que había construido con tanto trabajo y no quería ser solo una historia trágica más. Ahora se ha mantenido sobria desde hace tres años y se siente más inspirada que nunca. “Pensaba que necesitaba sentir caos y drama en mi vida para poder escribir una buena canción, pero ahora estoy tan feliz como nunca antes lo he estado en mi vida, estoy en una relación saludable, me quiero a mí misma, quiero y aprecio a mi cuerpo, y amo a la persona que soy”. En su camino hacia la sobriedad y recuperación se ha dado cuenta que necesitaba encontrarse a sí misma a través de su música y eso significaba que necesitaba cantar como solista. Entonces empezó las conversaciones con su representante y las compañeras del grupo porque necesitaba hacer su propia música.

Su nueva imagen como Solista

Nina vuelve a empezar otra vez desde cero, reconectándose con su audiencia lejos de la imagen que tenía cuando estaba con el grupo Girl in A Coma.  Ella está entrando a esta nueva relación con su público de forma lenta y suavemente porque es más íntima. Comprende que su audiencia está acostumbrada a verla bailar tempestuosamente con su guitarra. Este lado de Nina es diferente pero cada paso del viaje que ha recorrido desde iniciar su carrera musical tan joven, los problemas con la adicción, ser parte de Girl In A Coma y escuchar a sus entrañas decirle que era hora de empezar como solista la han traído hasta aquí. “Siento una gran emoción con mi nuevo álbum como solista que está por salir porque doy gracias por cada día que no uso las drogas. Quiero compartir con la gente lo que sentía a través de mi experiencia con la adicción porque quiero ayudar, estoy lista para ayudar.”

Por Xelina Flores
Fotos Daniel Cavazos

Share: