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UNA ESTRELLA – SIN PRETENSIONES –  LISTA PARA SU REINVENCIÓN

Por: Liliana Pérez | Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko

Ana María Martínez, galardonada soprano puertorriqueña, ganadora de un Grammy Latino y numerosas distinciones a lo largo de su carrera en el mundo de la ópera. Cuando la ves en el escenario sientes que es una verdadera estrella: disciplinada, impecablemente preparada, profesional en todo el sentido de la palabra y entregada a fondo a cada una de sus interpretaciones. Pero cuando me senté con ella para esta entrevista en un café francés en Houston, me sorprendió gratamente encontrar a una mujer sencilla, humana, cálida, vibrante y con una energía positiva contagiosa.

A veces me costaba creer que era la misma mujer que ha interpretado y sigue interpretando los roles protagónicos de algunas de las obras operáticas más apetecidas de la historia: en su repertorio están Carmen en Carmen, Violetta en La Traviata, Mimi en La Bohème, Cio-Cio San en Madama Butterfly, Rusalka en Rusalka, Marguerite de Faust, Fiordiligi en Così fan Tutte, Alice Ford en Falstaff y Elvira en Don Giovanni, y la lista sigue…

Y veremos a Ana María en Houston, a principios de 2019 como Florencia en Florencia en el Amazonas, del compositor mexicano Daniel Catán, basada en el estilo de “realismo mágico” de mi obra favorita del Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez: “El Amor en los Tiempos del Cólera”. Vale la pena resaltar que es la primera obra operática en español que es comisionada por las grandes casas de la ópera en Estados Unidos.

Ana María ha cantado en prácticamente todas las casas de ópera importantes del mundo y recorre mes a mes los escenarios más apetecidos, al lado de los más reconocidos nombres del mundo de la ópera como Plácido Domingo, su mentor, y artistas como Andrea Bocelli,y a su vez comparte escenario con los más prestigiosos conductores de orquestas sinfónicas y filarmónicas del mundo. Su vida transcurre entre Viena, Milán, Londres, Los Ángeles y demás, pero disfruta apasionadamente su estadía en Houston, la ciudad donde habita hace varios años y en la que tiene el privilegio de compartir su tiempo en familia, hacer deporte y llevar una vida absolutamente normal.

En entrevista exclusiva para La Revista Mujer, Ana María nos cuenta de su infancia, de sus primeros pasos en el mundo de la ópera, y de proyectos novedosos en los que la hemos estado viendo últimamente y la veremos en el futuro, y que a mi parecer hacen parte de una versión moderna de Ana María; algo así como su reinvención: Ana María Martínez 2.0

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko Vestuario: Elizabeth Anthjony Boutique - Houston, TX elizabethanthonyhouston.com Gown designer: Alice Temperly Joyería: Gold hoop - Vaubel Gold chandelier - Jose Barrera Estilista y maquilladora: Darcie Teasley @makeupbydarcie Locación: Houston Grand Opera

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Vestuario: www.elizabethanthonyhouston.com | Diseñador: Alice Temperly | Joyería: Gold hoop – Vaubel | Gold chandelier – Jose Barrera *** Estilista y maquilladora: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Locación: Houston Grand Opera

¿Cuéntanos un poco cómo fue tu infancia y quiénes han sido personas importantes en tu vida?

Yo siempre vivía con mi mamá, Evangelina Colón. Adoro a mi mamá. Ella en su época fue cantante, con una voz hermosa, por ella yo comencé esta carrera. Pero en las entrevistas nunca he tenido la oportunidad de hablar de mi madrastra, Jeannette Maluf, y quiero hablar del rol tan importante que ha tenido ella en mi vida. Yo no sé quién sería yo hoy como mujer, como ser humano, sin mi madrastra. Jeannette me ha amado y me ha tratado como una madre amaría a su hija.

Mis papás se divorciaron cuando yo tenía diez años. Y aunque muchas personas me han ayudado en la vida, y muchas mujeres, el desarrollo más profundo a nivel existencial, las enseñanzas que me guían en decisiones duras y en momentos difíciles, son las que me han dado mi papá y Jeannette.

Mi abuela, Monserrate Castin, yo le decía “mami” a ella. Teníamos una conexión muy fuerte, ella era tan dulce… falleció cuando yo tenía ocho años y eso fue muy fuerte para mi, pero no pasa un día sin que yo sienta su presencia.

AMOR POR LA MÚSICA

¿Cómo empezó tu amor por la música?

De mi mamá heredé claramente el oído que siempre fue más avanzado que cualquier otro de mis sentidos. Lo lindo es que ella me cuenta que durante todo su embarazo cantó y que cuando tenía ocho meses, estaba cantando una parte muy rítmica y yo empecé a moverme al ritmo, y que a las dos semanas de nacida yo empecé a imitar ruidos… Yo creo que es imposible, pero ella lo dice.

Mi abuelo era fanático de la ópera y alguna vez fue a ver a Enrico Caruso, el gran cantante de opera de aquel entonces, en el antiguo Met de Nueva York. Cuentan que ese día, escuchó a Caruso, se paró y dijo: “un hijo mío cantará en el Met”. ¡No fue su hijo, pero sí su nieta! ¿Qué fuerte, verdad? ¡Él no estaba casado ni tenía hijos, ni nada! La fuerza de la palabra pensada, la palabra escrita y la palabra dicha, el poder que lanza al universo es muy fuerte…

¿Pensaste en él cuando cantaste en el Met?

¡Claro!, y mi debut cayó un 19 de noviembre, que es el día del descubrimiento de Puerto Rico. ¡Ese es él, ahí presente!

¡Espectacular! ¿Y en qué momento decides que la opera es lo tuyo?

A los 15 años. En mi segundo año de escuela superior hicieron un musical. En ese entonces yo solamente cantaba en cualquier coro que me podía meter, porque me encantaba la música, pero no había recibido clases de nada. Tenía muchos nervios, pero era por la timidez… pero amaba tanto la música que cuando salí y logré hacerlo, sentí dos cosas: me sentía sola porque estaba expuesta, bien vulnerable, pero a la vez pensaba que le llegaba a quienes estaban ahí y que tal vez yo podía hacer eso mejor que cualquier otra cosa que yo podría hacer en mi vida.

Y ya cuando tenía 18 años mi mamá se mudó a Viena, y yo estaba en mi primer año en el Conservatorio de Boston. Al año siguiente decidí ir a New York, audicioné para Juilliard y para Manhattan School; los dos me aceptaron y decidí intentar Juilliard.

La lección más linda que me dio mi padre fue: «Cada cual nace con muchos regalos pero es nuestra responsabilidad reconocer el regalo a través del cuál nos queremos realizar y llegar a nuestro máximo. Dedicarte a ese regalo, se convierte en tu vocación. Eso es vivir tu vida con propósito, en armonía con quien tu eres».

¿Qué música oías cuando jovencita?

En Nueva York escuchaba el disco de West Side Story, lo cantaba y a veces practicaba los bailes delante del espejo. Me encantaba Fleetwood Mac, Abba, Earth Wind and Fire, Rubén Blades, Willy Colón, rap y hip-hop que empezó a nacer cuando yo estaba chiquita, The Sugarhill Gang, break dancing también nacía en esa época…

¿Qué música está hoy en día en el playlist de Ana María?

Hamilton. Estoy obsesionada, lo he visto tres veces, me lo sé de memoria. A mi me cambió la vida. ¡Lin-Manuel es un genio, que Dios lo bendiga! El concepto de presentar un musical en rap, hip-hop y diferentes estilos de música, contarte historia de esa manera pero con mucha influencia de psicología (la mamá de él es psicóloga), lo hace con una empatía hacia los personajes… las palabras que usa para darles voz y vida a cada personaje… No solamente te está contando lo que pasó en la historia, sino lo que ellos sintieron y las relaciones entre ellos mismos. Es algo que no se ha hecho de esa manera antes.

Él insiste que cada protagonista debe ser de color o de raza mixta. Entonces ha cambiado la manera como percibimos a un protagonista, que no tiene que ser lo que ha sido anteriormente. George Washington es interpretado por un hombre de color, rompiendo todo el esquema. Ponte a pensar: cada vez que tu perspectiva cambia de enfoque, ¡ha ocurrido un milagro! Ves todo desde otra perspectiva, entonces ha cambiado cómo ver el mundo. ¡Qué genio!

UNA CARRERA IMPECABLE

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko Vestuario: Elizabeth Anthjony Boutique - Houston, TX www.elizabethanthonyhouston.com | Gown Designer: Zuhair Murad | Joyería: Pearl + Crystal - Fantasia Estilista y maquilladora: Darcie Teasley @makeupbydarcie Locación: Houston Grand Opera

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Vestuario: elizabethanthonyhouston.com | Diseñador: Zuhair Murad | Joyería: Pearl + Crystal – Fantasia *** Estilista y maquilladora: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Locación: Houston Grand Opera

¿Cómo fueron tus primeras experiencias en el escenario?

Aprendiendo. Aún estaba conociéndome como cantante, como persona, más preocupada por las cosas técnicas que por los personajes… los personajes siempre me han fascinado, me considero actriz también, pero en los últimos ocho a diez años cuando he llegado a sentirme mucho más cómoda, me entrego más a los personajes. Ya planché lo técnico, aunque aún lo sigo perfeccionando, sigo teniendo mis clases de canto con mi profesor, ¡de hecho ahora salgo de aquí a una clase!, tengo mucha disciplina en eso. Pero ya lo manejo y me entrego más al momento.

Encuentro que en momentos de suma emoción lloro, en funciones que antes no me pasaba, ahora estoy más entregada, muy conectada. Ahora es como más llena me siento… como en mi “prime”,pero también como madre, y amo a mi compañero, él me llena, mi hijo está feliz… es un momento de plenitud. Y en esos momentos, es muy importante empezar el día dando gracias.

¿Cuál es un momento álgido de tu carrera?

Cuando fui la ganadora en Operalia, el concurso de canto de Plácido Domingo, gané el premio que llevaba el nombre de su mamá, que en paz descanse, que hoy en día se llama el Premio de la Zarzuela. Para mi eso fue sumamente importante.

Pero yo diría que el papel que existencialmente fue un despertar fue Rusalka. Es el cuento de La Sirenita, pero el cuento original que es bien oscuro y trágico, no la versión de Disney. Es del compositor checo Devořák. Es una experiencia en la que o creces o creces. Fue un despertar por la fortaleza, la valentía, el sacrificio, con el propósito de conocer el amor y de tener un alma. Fue muy fuerte, por tratar de hacerle justicia a ella; me obligaba a crecer, así que muy poderoso. Mi vida antes y después de Rusalka.

Igualmente mi vida antes de que entrara Plácido Domingo a mi vida y mi vida después. Mi vida antes de ser madre, mi vida después. Mi vida antes de conocer a Gabriel, mi compañero, y mi vida después (suspira).

¿Cuáles han sido momentos de reto que te han hecho crecer y cómo los has superado?

Siempre hay retos, y claro, cuando jóvenes están entrando a este mundo preguntan cómo bregar con el rechazo. Cada vez que entraba en una audición yo meditaba y me programaba pensando que yo era un cierto color, por ejemplo un azul radiante, y pensaba, lo voy a regalar a los que estén ahí presentes escuchando. Y cuando das un regalo, la otra persona puede hacer lo que quiera con él pero eso no lo puedes controlar. Si yo no llegaba a ganar el papel pensaba: “bueno, mi azul lo di y lo regalé radiante, con todo mi amor. Pero tal vez estaban buscando verde o naranja, y el azul no iba ese día, pero eso no le resta a mi azul”.

Y yo creo que esa es una visión muy positiva porque cantar es lo más vulnerable que puedes hacer, es cuando más desnudo te sientes, y si te rechazan te sientes tan atacado, que es muy difícil seguir y sacudirte. Así que si lo ves de esa manera te vas a sentir mejor. Me gusta dar ese consejo.

¿Cómo es trabajar tan de cerca con artistas como Plácido Domingo, Andrea Bocelli, Gustavo Dudamel, entre otros?

Con Plácido Domingo hubo una conexión muy linda desde el inicio porque sus padres también eran cantantes, tenían su compañía de zarzuela; él nació y se crió en eso… y él sabe que yo también. Él es mi mentor, definitivamente, como ejemplo de ser humano, como todo. Llevamos trabajando juntos 23 años, en conciertos por todo el mundo. Ahora vamos a hacer más Óperas juntos.

Andrea Bocelli es divino, dulce, comiquísimo, mucha chispa… Es súper inteligente, se las lleva en el aire. Él me ha dicho que cuando uno pierde uno de sus sentidos, desarrolla otros… el poder de leer a la gente, de percibir… él dice que la siente, hasta en la respiración de la persona. Siempre es una experiencia muy dulce cantar con él, muy pacífica.

Gustavo Dudamel, ¡me encanta! Tiene una alegría, un amor hacia el mundo… cuando yo canté en La Scala, en Milán, fue porque él me invitó y fue en concierto. Y cuando ya yo iba a salir, él me decía “¿estás lista para la fiesta?”, y yo estaba tan nerviosa que le pregunté “¿cuál fiesta?” Pensando que había una fiesta después del concierto; y él me dijo “¡pues ésta!”. Él me hizo cambiar la perspectiva y decir “es verdad, cada presentación es una fiesta y ¡hay que celebrarlo!”.

REINVENCIÓN DE ANA MARÍA

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Vestuario: elizabethanthonyhouston.com |Gown designer: Alice Temperly Jewelry: Gold hoop - Vaubel Gold chandelier - Jose Barrera Makeup and stylist: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Location: Houston Grand Opera

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Vestuario: elizabethanthonyhouston.com |Gown designer: Alice Temperly Jewelry: Gold hoop – Vaubel Gold chandelier – Jose Barrera *** Maquillaje y peinado: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Locación: Houston Grand Opera

Cuéntanos de “Mozart in the Jungle” la serie de Amazon en la que haces la voz cantante de Monica Bellucci.

Cuando me llamaron para hacer la voz de la diva me alegré tanto, y me impresionó tanto como Mónica Bellucci, que no es cantante, pudiera aparentar estar cantando, ¡lo hizo súper! Me sentí que tuve un poquito de la experiencia que tuvo Marni Nixon, que en paz descanse, que fue la voz de Natalie Wood en “West Side Story”, de Debora Kerr en la película “The King and I” y de Audrey Hepburn en “My First Lady”. Pero que en el momento en que se hicieron esas películas no aparecía en los créditos el nombre de ella porque Hollywood quería que fuera un secreto. Pero después se supo que siempre fue Marni Nixon la voz de todas estas estrellas.

Llegué a conocer a Marni Nixon, cuando hace unos años atrás con la sinfónica de New York en Carnegie Hall canté en la versión de concierto orquestal de West Side Story y la invité. Le escribí una nota a mano y Marni vino. Cuando salió “Mozart in the Jungle” yo quería hacer una entrevista hablando de Marni Nixon y que la entrevistaran, pero en eso falleció. Pero Marni es inmortal.

¿Esos proyectos tan modernos significan que te estás reinventando o que estás migrando a nuevos espacios?

Sí, hay cosas que uno anhela pero no sabe cómo se llevarían a cabo. Pero proyectos como “Mozart in the Jungle” es exactamente lo que yo amé y sin darme cuenta puse ese sueño en el universo y me llegó. De niña escuchando a Marni Nixon yo soñaba con cantar como ella… tenía esa fascinación de querer formar parte de algo que se está creando nuevo.

¿Qué sigue para Ana María?

Quiero seguir cantando. Quiero seguir interpretando algunos papeles que hago actualmente, otros nuevos que todavía no he hecho y que tengo que descubrir, y que tal vez no asocian conmigo pero que me interesan.

Quiero hacer parte de proyectos nuevos, aportar mis ideas que unen diferentes áreas… Tengo muchas ideas, conceptos que se me han formado… y siento que ya se acerca el momento para empezar a manifestarlo. Pero siempre quiero sentir un propósito, quiero ayudar, quiero guiar, educar. No a nivel formal, aunque me gustaría dar clases de canto, pero no estoy en un lugar por largo tiempo para hacerlo.

¿Con quién te gustaría colaborar?

Con Lin-Manuel Miranda, el creador de Hamilton. Me encantaría colaborar con él. Con Andrés Orozco Estrada, Director de la Sinfónica de Houston.

Y estoy colaborando ahora con Jimmy López y Nilo Cruz, ganador del premio Pulitzer, quien escribe la letra, quienes están haciendo un oratorio para soprano que se llama “Dreamer”. Jimmy lo creó antes de que ganara Trump las elecciones pero como está el tema DACA ahora, lo vamos a estrenar en marzo del año que viene. Yo me siento sumamente honrada de ser la primera persona que va a interpretar en el estreno de esa obra, porque el mensaje es ya a varios niveles.

LA MUJER EN LA ESCENA DE LA ÓPERA

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko Vestuario: www.elizabethanthonyhouston.com | Zuhair Murad | Joyería: Pearl + Crystal - Fantasia Estilista y maquilladora: Darcie Teasley @makeupbydarcie Locación: Houston Grand Opera

Fotografía: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Vestuario: elizabethanthonyhouston.com | Diseñador: Alice Temperly | Joyería: Gold hoop – Vaubel | Gold chandelier – Jose Barrera *** Estilista y maquilladora: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Locación: Houston Grand Opera

¿Qué mujeres de la escena de la ópera admiras?

Mi voz favorita en el campo de la ópera siempre ha sido Mirella Freni, ¡ahhh¡ (Suspira). La escucho y el corazón se me derrite. La he llegado a conocer y le he podido expresar lo que la admiro. Cada vez que yo estaba preparando un papel que tenía que aprender, cuando quería escuchar una grabación para familiarizarme mejor con la ópera, siempre buscaba una grabación de ella.

Siempre hay admirar y señalar a María Callas, porque ella fue pionera en enfatizar la importancia de la actuación sobre el escenario, la interpretación total, te olvidas que está cantando. Y era una voz que no la puedes confundir con más nadie… lo mismo con Mirella Freni. La voz de María Callas era una precisión, una exactitud, una totalidad, la urgencia que se escuchaba en su timbre, la urgencia que ella sentía de tener que comunicarte algo, la pasión, la energía que tenía… era increíble, nunca la llegué a ver en escena, pero ¡se escucha todo eso!

También Catherine Malfitano, se entrega totalmente. Latinas, Ailyn Pérez, mexicana-americana y la joven Nadine Sierra, que tiene varios países latinos en su herencia. Son dos de las voces más hermosas y muy especiales que he escuchado últimamente. Hay muchas más, sé que este campo está en muy buenas manos con estos talentos que están surgiendo ahora y la cultura latinoamericana se representa muy bien en voces masculinas y femeninas.

¿Cómo ha sido ser mujer en este mundo?

Surgir en el mundo de la ópera es un campo competitivo. Para los que no lo conocen, yo lo comparo con el NFL, menos del 1% de los que entramos en este campo nos podemos mantener. Entonces yo diría que el ser mujer no lo hace aún más difícil, ni ser latina. Porque si lo puedes hacer bien, no sientes ningún prejuicio.

Photography: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Clothing:elizabethanthonyhouston.com |Gown designer: Alice Temperly Jewelry: Gold hoop - Vaubel Gold chandelier - Jose Barrera Makeup and stylist: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Location: Houston Grand Opera

Photography: Svetlana Pasedko @svetlanapasedko *** Clothing:elizabethanthonyhouston.com |Gown designer: Alice Temperly Jewelry: Gold hoop – Vaubel Gold chandelier – Jose Barrera Makeup and stylist: Darcie Teasley @makeupbydarcie *** Location: Houston Grand Opera

¿Qué haces para tener los pies en la tierra en medio de un mundo tan glamuroso y competido?

El ejercicio que me encanta es correr… me aclara la mente, también ayuda al autoestima, por el bajo autoestima que tuve en mi niñez… por eso quiero darle esperanza a niñas en particular que sientan un poquito de timidez y bajo autoestima. El mero hecho de poder correr y sentir que has terminado algo importante ya te da una sensación muy positiva.

Estar consciente del universo en mi propia manera. A veces leo cosas de Deepak Chopra. Y hay un APP que me gusta mucho que se llama Insight Timer. Me encanta porque tiene meditaciones guiadas, música o tibetan singing bowls (cuencos tibetanos). Y en momentos de mucho estrés, me pregunto: ¿cómo puedo ayudar hoy? Encuentro que ayudar, cambia tu enfoque.

«Yo le digo a mi hijo que el artista tiene que ser embajador de la paz, unir, ayudar a inspirar un diálogo, a derretir barreras. El artista le pertenece al mundo entero. Por eso, aunque soy latina, puertorriqueña, cubana y española, cuando interpreto a la japonesa Cio-Cio San, soy ella y soy toda mujer, de toda raza, que ha pasado por esa experiencia».

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